Potencia tus workflows y mejora la entregabilidad: consejos claves
Automatizar no significa olvidarte. Tus flujos de email marketing pueden ser tu mejor arma o el motivo por el que terminas en la carpeta de spam. Imagina tus workflows como una orquesta perfectamente sincronizada, tocando la melodía perfecta que llega directo a la inbox de tus clientes. Pero si alguna nota se desafina, ¡puede cambiar toda la armonía!
Hoy te compartimos las claves para potenciar tus automatizaciones en Fidelizador, asegurando que cada mensaje llegue puntual y con impacto. Prepárate para transformar tus flujos y conquistar la bandeja de entrada.
Automatización ≠ abandono
Muchos especialistas lanzan una serie de correos automatizados y se olvidan de revisarlos durante meses. El problema no es solo la falta de actualización en el contenido, sino los errores técnicos que se acumulan con el tiempo.
En email marketing, un copy desactualizado o una lógica que ya no se ajusta al comportamiento actual del usuario puede ser más perjudicial que no enviar nada.
Señales de alerta:
- Caída progresiva en la tasa de apertura.
- Rebotes duros que no se limpian automáticamente.
- Clics sin conversión en series automatizadas.
- Quejas por spam en flujos de bienvenida.
- Tasa de desuscripción más alta en automatizados que en campañas manuales.
Un workflow mal gestionado no solo afecta a ese flujo. Afecta la reputación completa de tu dominio. Y lo peor: los efectos no son inmediatos. Cuando los detectas, ya has perdido posicionamiento en inbox.
¿Qué errores afectan tu entregabilidad?
Vamos directo al punto. Estos son los errores más comunes (y peligrosos) que veo en flujos automatizados de email marketing:
1. Segmentaciones mal hechas
¿Estás enviando el mismo onboarding a usuarios activos y dormidos? ¿Tu flujo post-compra le habla a quienes nunca compraron?
Consecuencias:
- Engagement bajo = puntuación de remitente más baja.
- Gmail y Outlook lo interpretan como contenido irrelevante.
- Caída directa al spam o pestañas de promociones.
Solución:
- Revisa que tus triggers estén basados en comportamiento real y no solo en una fecha o formulario genérico.
2. Frecuencia sin control
Automatizas un flujo de 7 correos en 7 días… y además el usuario está en otros tres journeys. Resultado: saturación.
¿Qué pasa si te excedes?
- Tus tasas de queja se disparan.
- Los usuarios te marcan como spam (y lo harán).
- Te bloquean, silencian o ignoran por completo.
Recomendaciones:
- Usa lógica de exclusión entre journeys.
- Implementa un frequency cap: máximo de envíos por semana/mes.
- Respeta las preferencias del usuario (opt-down es mejor que opt-out).
3. No limpiar contactos en los flujos
Tienes leads que nunca abrieron un solo correo… pero siguen recibiendo tu secuencia completa. Esto contamina tu base.
Impacto directo:
- Rebotes duros no detectados = dominio penalizado.
- Leads zombies = engagement promedio en caída libre.
Solución:
- Incluye en cada workflow un paso de revisión automática para desactivar o eliminar inactivos.
4. Ignorar el tiempo de actividad del usuario
Enviar un correo de seguimiento a las 3:00 AM porque fue cuando se activó el trigger… es una mala idea.
Consecuencias:
- Menos aperturas = señales negativas para tu IP.
- Peor tasa de clics, peor reputación.
Tip:
- Usa el «send-time optimization» o define ventanas horarias de envío por zona geográfica o comportamiento anterior.
Recomendaciones para proteger tu entregabilidad
No todo está perdido. Aquí van algunas prácticas concretas para que tus flujos automáticos trabajen contigo, no contra ti.
1. Usa lógica condicional real
No mandes un email de carrito abandonado si el usuario ya compró. Parece obvio, pero pasa más de lo que crees.
Implementa:
- “Si abrió → sigue flujo A”
- “Si hizo clic pero no compró → flujo B”
- “Si no abrió en X días → pausa o limpia”
2. Incluye puntos de control en tus journeys
Agrega nodos de verificación cada 3-4 pasos para revisar si el contacto sigue activo, si su dominio sigue válido o si ya debería salir del flujo.
3. Monitorea métricas por flujo (no solo generales)
Tus reportes generales pueden verse bien, pero un solo journey con 0.5% de CTR y 15% de rebote puede arrastrarte todo el dominio.
Herramientas que pueden ayudarte
No necesitas hacerlo todo manual. Estas herramientas pueden mejorar la salud de tus workflows:
- ZeroBounce / Bouncer: limpieza de contactos automatizada.
- Litmus / Email on Acid: test de entregabilidad antes de lanzar.
- Nuestra plataforma Fidelizador: con lógica condicional avanzada y triggers por comportamiento.
Bonus: cómo auditar un workflow en 5 pasos
Si ya tienes varios workflows activos, este es un checklist rápido que puedes aplicar para evaluarlos uno a uno:
- ¿Los triggers aún tienen sentido?
- Revisa si el evento que activa el flujo sigue siendo válido y útil hoy.
- ¿El contenido está actualizado?
- Verifica si hay mensajes que mencionan ofertas vencidas, enlaces rotos o fechas pasadas.
- ¿La frecuencia es coherente con la relación actual?
- Ajusta los tiempos entre correos si el comportamiento del usuario cambió.
- ¿Estás midiendo la performance por flujo?
- Asegúrate de tener reportes individuales para comparar performance histórica.
- ¿Existe una lógica de salida clara?
- Define condiciones para pausar o sacar a un contacto si no interactúa.
Automatiza con propósito y conecta mejor con tus usuarios
La automatización bien diseñada es tu aliada para crear experiencias que enamoran a tus usuarios y fortalecen tu reputación digital. Cuando aprovechas el poder de workflows estratégicos, segmentados y calibrados, no solo entregas mensajes relevantes, sino que construyes relaciones duraderas.
Olvídate de enviar por enviar; en cambio, enfócate en crear journeys que sorprendan y aporten valor. Revisa, ajusta y perfecciona tus automatizaciones para convertir cada contacto en una historia de éxito.
¡Automatiza con propósito y marca la diferencia!
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