Cómo definir los objetivos de Email Marketing para este año
¿De qué manera saber cuál camino seguir si no se tiene idea de hacia dónde llegar? Así de importante y necesario es definir los objetivos de Email Marketing, los mismos que serán la guía para tomar decisiones más acertadas que beneficien a la marca, a los clientes y permitan competir con mejores herramientas.
Por supuesto, esta acción debe estar completamente alineada con los objetivos de tu empresa y circunscribirse a un plan estratégico, para no caer en improvisaciones que terminen en pérdidas de tiempo y recursos. Por consiguiente, es favorable cumplir con ciertas actividades que te ayudarán a delinear una hoja de ruta más exitosa.
1. Aplicar la condición SMART
Establecer un propósito no es tan simple como decir “queremos aumentar la cantidad de ventas”, delimitar en términos demasiado amplios no es una buena decisión. En realidad, para lograr lo deseado hay que hacer una definición mucho más precisa, que sea viable y relevante, fije plazos, y estipule cantidades o formas de medir.
Todo lo anterior está contenido en el acrónimo SMART que, además de aludir al concepto de inteligencia, genera los filtros para evaluar cuán aptos son los objetivos de Email Marketing. Veamos el desglose.
- Specific (específico): los detalles importan. Tu objetivo tiene que ser claro y lo más preciso posible.
- Measurable (medible): lo que definas debe contener una variable cuantitativa o cualitativa que permita medir el resultado.
- Attainable (alcanzable): ¿aquello que pretendes alcanzar es realizable? ¿tienes el tiempo y/o presupuesto necesario para lograrlo? Si tu respuesta es positiva, vas por buen camino.
- Relevant (relevante): ¿ayuda a solucionar el problema principal? Responder con un sí, también es una buena señal.
- Time-bound (limitado en el tiempo): se refiere a establecer un plazo para cumplir el objetivo.
En consecuencia, un ejemplo SMART sería “aumentar en un 20% las ventas, durante el primer semestre de 2020, mediante el envío de campañas personalizadas con acceso a contenido audiovisual exclusivo, destinado a leads cualificados de entre 25 y 40 años”.
2. Investigar las tendencias
¿Cuáles son las tecnologías o innovaciones que caracterizan a tu mercado?, ¿hay cambios en los patrones de consumo?, ¿existe alguna característica que debieras adoptar para sumar valor a tus ofertas? Una buena investigación te entregará muchas respuestas, que serán relevantes al formular tus objetivos.
Por otro lado, podrás priorizar las tendencias más significativas de acuerdo a los requerimientos de tus suscriptores y a los parámetros que se establezcan como parte de la misión de tu empresa y, por ende, del plan de Email Marketing que diseñes.
Pero no solo hagas una observación externa, también aprovecha los datos de tu escenario interno y extrae información de valor. Ello facilitará que logres una visión más acabada de lo que sucede en cada etapa del Customer Journey, y que descubras cuáles son tus debilidades y fortalezas competitivas. Así tendrás un contexto para trazar objetivos generales, que luego podrás convertir en SMART.
3. Ubicar a los destinatarios en el centro
Independiente de si necesitas aumentar las ventas de un nuevo producto o mejorar la reputación de tu marca, el foco siempre debe estar en el lead, prospecto o cliente, según corresponda. Si se definen objetivos de Email Marketing privilegiando los intereses comerciales, la ruta trazada no terminarán en resultados positivos. Para que los destinatarios tomen acción en tus campañas, deben sentirse parte de ellas y no bloqueados por posturas mezquinas.
Recurramos a un ejemplo práctico cuyo fin es lograr más ventas:
- ¿Qué se debe evitar?: despachar una campaña a todos los contactos, destacando, ampliamente, las características del producto que se busca promocionar. Repetirla a los tres días para la misma lista.
- ¿Qué sería lo apropiado?: enviar un newsletter solo a los prospectos, poniendo el acento en el cómo las funciones que cumple el producto los ayudará a mejorar una determinada tarea. A la vez, automatizar otro mensaje, para ser enviado 48 horas después, únicamente a quienes no convirtieron. Pero en esta ocasión cambiar el contenido inicial por una guía de uso.
¿Ves la diferencia? Por muy comercial que parezca lo que necesitas, siempre es posible cambiar el foco, buscando el beneficio del destinatario y la forma de ofrecer valor. Y así articularás un mensaje mucho más cercano, amigable y atractivo, que te ayudará a generar vínculos duraderos y no relaciones de un solo clic.
Y después de definir los objetivos, ¿qué sigue?
Si los alcanzas, incentiva a los integrantes de tu equipo reconociéndoles su trabajo; recuerda que mantener un ambiente laboral saludable también repercute en los éxitos de tu empresa, de hecho, la productividad puede aumentar por sobre el 60%. Así es que felicitar a quienes hicieron posible el logro, es una práctica que no debieras pasar por alto.
Adicionalmente, hay que prestar atención a la metodología y al factor operacional, por ejemplo, ¿cómo se recopilarán los datos a medir?, ¿los que se van a capturar son suficientes para hacer la medición?, ¿de qué modo se medirán?, ¿qué debe implementarse para que cumplas tu objetivo (diseñar ofertas VIP, estructurar una serie de correos automatizados, preparar contenidos descargables, crear una campaña promocional, etcétera)?
Luego define un periodo para revisar lo que resultó de las acciones ejecutadas. ¿cuáles objetivos de Email Marketing se lograron?, ¿cuáles no?, ¿qué tipo de campaña fue insuficiente para alcanzar lo deseado?, etcétera. De esa manera, irás perfeccionando las tareas futuras y descubriendo aquello que necesitas corregir.
En conclusión, no basta con definir, también hay que analizar y evaluar el proceso, incluso después de haber terminado. Y aunque no existe una guía estándar para adoptar, porque hay condiciones que varían según cada empresa, estos pasos te ayudarán a proceder en la dirección correcta. ¡Aplícalos durante el 2020!