Cómo limpiar tu base de datos para mejorar el rendimiento de los emails
Las tasas de rebote, las dadas de baja, los envíos a la carpeta de Spam, entre otros resultados perjudiciales para tu marca, pueden ocasionarse perfectamente por una lista de contactos débil, que no ha sido depurada ni actualizada. Y es que, para desarrollar campañas de Email Marketing exitosas, es imposible sustentarlas en registros de tales características. Por consiguiente, limpiar tu base de datos es una tarea primordial.
¿Pero qué implica higienizar? Es una tarea que exige tener la capacidad para identificar, eliminar o modificar cualquier variable dentro de tu data que sea irrelevante, esté incompleta, duplicada o incorrecta. ¿Y cada cuánto realizarla? No hay plazos estrictamente predefinidos, pero se trata de un esfuerzo que debe adoptarse como parte regular de tus acciones previas al arribo en las bandejas de entrada.
Otro factor a considerar: el comportamiento de los usuarios
No todo se trata de eliminar un correo mal escrito o algún valor atípico presente en tu lista de contactos. El modo en que los suscriptores se comportan frente a tus interacciones, también debe tomarse en cuenta al limpiar tu base de datos. ¿Por qué? Simplemente, porque ello, de igual modo, daña el rendimiento de tus campañas y tu reputación.
Por otra parte, no tiene sentido que fuerces el vínculo con usuarios que no muestran deseo en iniciarlo o mantenerlo. Entonces, si, por ejemplo, tienes contactos inactivos y ya realizaste todos los esfuerzos de Email Marketing para retenerlos y volver a cautivarlos, pero la falta de interés persiste; es momento de dejarlos ir.
¿Y qué ocurre con quienes se desuscriben de tu lista o rebotan? Como te lo hemos contado en otros artículos, Fidelizador los elimina de forma automática. Para los rebotes del tipo blando, el contacto se descarta a partir del tercer rebote, y para los del tipo duro, desde el primero.
En nuestra infografía podrás ver seis nuevas prácticas para depurar tu lista.