Cómo medir el rendimiento en Email Marketing
Una de las características más poderosas en Email Marketing es la trazabilidad de las campañas que se despachan. Ello permite adquirir información fundamental para ajustar el contenido a las necesidades e intereses de los usuarios, de un modo mucho más concreto y certero. Es decir, podrás medir rendimiento en Email Marketing y tomar decisiones que impulsarán tu negocio.
Pero poner toda la atención en las métricas de vanidad tradicionales, no es suficiente y tampoco adecuado. De hecho, ello podría traducirse en lecturas de rendimiento incompletas y sesgadas. Por lo mismo, hay que buscar los detalles y no solo mirar a tus datos como números que disminuyen e incrementan, sino que como tendencias de participación que te ayudarán con el análisis.
Emplea los contenidos cuantitativo y cualitativo que entregan tus reportes de Email Marketing, y busca las respuestas que optimizarán tus futuros envíos. ¡Revisa estas preguntas para lograr ese objetivo!
1. ¿Qué tan óptima es mi entregabilidad?
Que tus correos electrónicos lleguen con éxito a las bandejas de entrada, sin rebotar ni ser marcados como spam, es crucial para iniciar las interacciones con tu público y obtener los datos que te permitirán mejorar. Aunque, obviamente, es imposible que ello ocurra en el 100% de los casos.
Ahora, ¿de qué depende esa capacidad de entrega? La mala reputación del dominio del remitente es un factor que la perjudica, aunque también hay otros:
- Envíos a listas de contactos desactualizadas y de baja calidad.
- Emplear remitentes sin configuración de SPF y DKIM.
- Sobrecarga de contenido visual. En Fidelizador te recomendamos trabajar con una relación 60/40 entre imágenes y texto.
- Líneas de asuntos con caracteres o palabras poco confiables.
¿Y por qué debería importarte la capacidad de entrega? Al ser el pie inicial para establecer un vínculo con tu destinatario, es la primera condición para que todos tus esfuerzos de Marketing y objetivos establecidos no sean truncados. Es simple, sin entregabilidad, no habrá conversiones ni ROI y, mucho menos, un rendimiento que analizar.
Pero ten en cuenta que no existe un modo concreto de medir la capacidad de entrega, aunque sí hay algunas acciones que te ayudarán con ello. Por ejemplo, monitorear la tasa de apertura y el porcentaje de rebote.
2. ¿Cuáles son mis campañas con mejor rendimiento?
En Email Marketing no basta con medir los resultados de una campaña, también es importante compararlas. Ello te ayudará a ver con mayor claridad los factores que contribuyen en el éxito de tus despachos. Por ejemplo:
- El tipo de subject.
- Los días, horas y frecuencias de envío.
- El formato del contenido.
- El tono del lenguaje, etcétera.
Ahora, para que este proceso sea eficiente, necesitas definir qué vas a comparar, además de establecer puntos de referencia que te permitan realizar mediciones referentes al comportamiento de las tendencias. Por ejemplo, las tasas de clic de tus newsletters de tecnología enviados los lunes versus la de aquellos despachados los viernes, a un mismo segmento de contactos, durante los últimos seis meses.
Entonces, luego de identificar tus mejores campañas, puedes hacer una comparativa según:
- Segmentos.
- Etapas del Customer Journey.
- Tiempos de espera entre envíos automatizados, etcétera.
Pero también es recomendable aprender de los mensajes que registran un rendimiento negativo. Identifícalos y analiza, tal vez descubras causas que ni siquiera habías imaginado.
3. ¿De dónde vienen mis contactos más valiosos?
Este capítulo tiene varias acepciones, lo cual facilita el análisis desde distintos ángulos. El primero, el canal de adquisición. O sea, la vía por la cual llegó al formulario para ser parte de tu lista de contactos:
- Recomendación de un familiar, amigo o influencer.
- Aviso publicitario en medios de comunicación.
- Sorteos o concursos en redes sociales.
- Investigación en un motor de búsqueda.
- Asistencia a un evento corporativo.
Un segundo flanco puede ser el tipo de lista que hayas construido, según variables como las características del contenido, el engagement de los usuarios o el grupo etario. Así, por ejemplo, puedes tener una lista con suscriptores altamente comprometidos, otra con aquellos interesados en un área específica y la última, con destinatarios adolescentes.
Una tercera acepción podría referirse a la procedencia geográfica, lo que se puede desglosar examinando el continente donde se ubican, el país, la región, la provincia y comuna e incluso, el sector dentro de cada ciudad (sur, nororiente, etcétera).
Y una cuarta vía a considerar es el tipo de dispositivo que emplean para interactuar con tus campañas. Es decir, ¿navegan desde el escritorio?, ¿desde el móvil?, ¿usan iOS?, ¿Android?, etcétera.
Recoger este tipo de información te permitirá adaptar tus campañas mediante características y condiciones reales, lo que se traducirá en una mejor experiencia para los suscriptores y en la obtención de resultados amigables para tu empresa.
Detectando lo desconocido
En síntesis, enfrentar un cúmulo de datos y extraer el conocimiento para tomar decisiones inteligentes, que se traducirán en ventajas competitivas, no es tan simple. Necesitas mucho más que saber tus porcentajes de rebote o tus ratios de conversión. Por lo mismo, aprovecha el potencial de tus reportes y explora en profundidad aquello que te entregan para medir rendimiento en email marketing.
Descubre patrones de comportamiento, cruza información, filtra, busca lo que todavía no conoces, analiza, interpreta. Ello te llevará a efectuar operaciones de Email Marketing más eficientes, a reducir tus costos, a ganar en valor agregado y, ciertamente, a tener clientes más felices.
Y como consejo final, intenta visualizar tus datos. De ese modo, podrás detectar con mayor rapidez las tendencias y patrones. ¿Qué elemento visual emplear? Dependiendo del tipo de variables con que trabajes, algunas alternativas son los gráficos de barra, de dispersión e incluso los mapas.
Será un trabajo extenso, pero con rigurosidad y paciencia, el resultado también te dejará feliz.