Reputación de marca: cómo y por qué es importante medirla
Puedes demorar meses e incluso años en construirla, pero menos de un día en acabar con ella. Así de compleja es la reputación de marca, que requiere de un esfuerzo coordinado entre distintas acciones, para lograr resultados que perduren y empoderen la imagen corporativa. Y entre esas tareas, está el evaluar la forma en que actores externos e internos ven a tu compañía.
Por cierto, se trata de un concepto abstracto que carece de una fórmula específica para medir. No obstante, existen distintas vías que permiten recopilar las percepciones y, de ese modo, alinear el Marketing Digital u otro marco estratégico en favor de una buena reputación.
Y no olvidemos al factor confianza. Cuando se amplía la brecha entre lo que prometes como experiencia y aquello que terminas haciendo, esta se erosiona junto con tu imagen. Ello, además de generar una avalancha de opiniones negativas, puede influir en el comportamiento de consumo futuro. Pero no es lo único que necesita captar tu atención.
¿Cuál es tu valor agregado?
Ofrecer un buen producto o servicio, que responda a las expectativas del cliente, es lo elemental, no solo por un tema competitivo, sino que por respeto a los consumidores. Sin embargo, para construir una reputación de marca, que establezca una diferencia, hay que ir varios pasos adelante.
Revisemos, ¿cuáles son tus distintivos de valor? Quizás te caracterizas por tu habilidad para innovar, por promover la protección del medioambiente, por tu alta capacidad resolutiva y/o por establecer conexiones auténticas mediante tu Marketing Digital.
Como sea, trazar un tejido de características que impulsen las asociaciones positivas hacia tu negocio, es indispensable. Pero también necesitas medir qué tipo de imagen proyectas en el mercado y entre tus clientes. Esas percepciones serán elementales para retener, fidelizar y dar solidez a tu compañía.
Así es que, ¡manos a la obra!