¿Sabes qué es un Funneler Digital? Estas son las razones para incluirlo en tu empresa
Tal como en Marketing Digital, los procesos de venta requieren de especialistas capacitados para desempeñar tareas definidas estratégicamente y conducirlas hacia el éxito. En ese contexto, surge el responsable del embudo de ventas, conocido como Funneler Digital, quien tiene los conocimientos y habilidades para impulsar el crecimiento de las empresas y ofrecer experiencias de usuario únicas e inolvidables.
Su objetivo central es convertir a los visitantes de un sitio o plataforma online en clientes potenciales y, luego, en compradores satisfechos; lo que precisa de múltiples funciones. Revisemos el perfil con mayor profundidad.
Un arquitecto en línea
Este profesional se mueve en distintos cuadrantes: canales de venta y marketing, analítica, automatización, SEO, entre otros. Es quien diseña, pone en marcha, gestiona y optimiza una estructura de ventas; por lo tanto, cuenta con una serie de atributos de enorme valor para potenciar una marca e incrementar la confianza en sus productos o servicios.
Naveguemos por ellos.
1. Mentalidad de estratega y data driven
Un Funneler Digital conoce técnicas y metodologías de ventas, que le permiten transformar ideas en estrategias concretas, perfectamente adaptadas a las necesidades del cliente; pero posibles de comunicar, probar y llevar a cabo. Además, se caracteriza por su pensamiento crítico y su capacidad para ver más allá del corto plazo.
Todo esto lo complementa con su enfoque cuantitativo y cualitativo, lo cual le aporta una robusta base analítica para adoptar decisiones fundamentadas en datos de calidad. Mediante ellos extrae el conocimiento para concretar objetivos comerciales y ofrecer mejores resultados a los consumidores.
2. Conoce en detalle el viaje del cliente
El Customer Journey incluye hitos fundamentales en el recorrido de los clientes. En él están las emociones que los llevan a actuar, sus experiencias, los puntos de dolor, las distintas soluciones para resolver sus demandas y todos los estados por los que pasan antes de efectuar o abandonar la compra.
Al mapearlo, el especialista establecer una representación visual que ofrece una mayor comprensión de las interacciones con la empresa, desde el conocimiento hasta la conversión. Ello provee elementos significativos para crear un embudo de ventas que inste a los visitantes a realizar acciones específicas, pero no desde una simple perspectiva comercial, sino que desde la seguridad de tener un producto o servicio que les aportará un valor real.
3. Sabe identificar riesgos y oportunidades
Con las habilidades, conocimientos y herramientas para trackear, medir, analizar e interpretar los KPIs más relevantes, está preparado para visualizar los puntos fuertes y débiles durante todo el proceso de compra. De ese modo, es factible detectar posibles riesgos que podrían interrumpir una venta, así como oportunidades que permitirían acelerarlas o generar nuevas opciones de consumo.
Al mismo tiempo, su preparación para realizar estudios de mercado es otro punto que contribuye a potenciar esta tarea. Desde ese ángulo, es viable monitorear a marcas, competidores y consumidores, evaluar el desarrollo de productos, comparar la efectividad de distintas campañas, identificar potenciales necesidades o intereses, etcétera. Es una labor exploratoria que puede ejecutarse mediante un trabajo de campo y de escritorio o secundario.
4. Orienta su función hacia los resultados
En un embudo de ventas la prioridad es dirigir las estrategias y decisiones de negocio hacia el cumplimiento de un objetivo. Para ello, el Funneler Digital opera eficientemente considerando las características del cliente y de la empresa. Es decir, se centra en establecer las necesidades, los límites para actuar, los costos, los márgenes de inversión y todo aquello que le permita focalizar sus decisiones y entregar las máximas garantías de éxito.
Esto es muy relevante para optimizar el despliegue de recursos, los tiempos de trabajo y la productividad interna. Además, al facilitar el diseño de una ruta clara y directa, es posible concentrar las energías en las iniciativas de mayor impacto y apostar por resultados más realistas.
5. Es un destacado networker
Para enfrentar los desafíos que presenta el mundo digital es indispensable trabajar en equipo, tener capacidad de negociación y lograr acuerdos, incluso, en medio de profundas diferencias. Precisamente, uno de los principales atributos de un buen Funneler, son sus habilidades interpersonales (empatía, liderazgo, escucha activa, resolución de conflictos, etcétera).
Estas lo instan a estrechar alianzas con propósito, buscar oportunidades de aprendizaje, nutrirse de opiniones o puntos de vista distintos e influir de modo positivo en los demás. En esencia, un conjunto de atributos que será un upgrade para cualquier tipo de industria.
Conocimientos para un entorno vivo y cambiante
El embudo de ventas debe sintonizar con un ecosistema altamente dinámico, donde los usuarios avanzan y retroceden, y las interacciones con tus puntos de contacto pueden ser fragmentadas y menos uniformes. Ello hace que el recorrido del comprador sea mucho más complejo y difícil de manejar, sobre todo en un contexto omnicanal. Por eso, el perfil del Funneler Digital es un buen elemento para las empresas.
Estos expertos están preparados para investigar, analizar, planificar, adelantarse a posibles conflictos, decidir con rapidez e impulsar una serie de acciones estratégicas que incentiven las ventas y satisfagan a los clientes. Además, poseen habilidades blandas, indispensables para interactuar con los consumidores y sintonizar con sus intereses.
Asimismo, pueden convertirse en un excelente aporte en el diseño de campañas de Marketing Digital, que impongan la diferencia y representen una oferta atractiva y confiable para los destinatarios. Después de todo, mientras más amplios y sólidos sean los conocimientos dentro de una compañía, mayores son las herramientas para relacionarse con los usuarios.
En consecuencia, recurrir a ese perfil podría ser una buena inversión para terminar el año con buenos indicadores e iniciar el 2022 con una cautivante propuesta de valor, que favorezca las conversiones y enamore a futuros y actuales compradores.