Emails promocionales: ejemplos y prácticas [Infografía]
Mejorar la retención y/o lealtad de los clientes, impulsar las conversiones y aumentar el conocimiento de una marca, producto o servicio, son los principales objetivos de los emails promocionales. Pero este tipo de envíos debe desarrollarse dentro de una estrategia de Email Marketing cuidadosamente diseñada.
Ello implica integrar la personalización, la frecuencia y el tono de lenguaje idóneo a ofertas que ofrezcan experiencias de valor y arrojen resultados comerciales positivos. En otras palabras, la clave está en el modo en que te vas a relacionar con los destinatarios de esos contenidos, sin ser insistente, intrusivo ni monótono.
Por lo mismo, es necesario actuar con transparencia y poner el acento en los beneficios que entregará al usuario lo que estás promocionando. Es decir, los intereses de tu suscriptor son los que deben conducir la creación de tales correos, algo elemental para generar una conversión rápida, e idealmente instantánea, así como también evitar que tu marca tenga problemas de reputación.
Generar confianza, es la prioridad
Trabajar de forma honesta para que tus contactos confíen en ti y en lo que entregas, tiene que primar sobre el deseo de vender. No puede existir el riesgo de caer en métodos engañosos que, tal vez, en un inicio produzcan conversiones, pero luego las disminuyan, arruinen la relación y, de paso, tu imagen. Por ello, cumplir lo que se promete en los emails promocionales es una acción ineludible.
Y para dar forma a tu próxima estrategia de Email Marketing, te invitamos a descargar la siguiente infografía, donde encontrarás 3 tipos de correos electrónicos que podrías crear, más algunas prácticas indispensables en un contexto de promoción.