Email Marketing: cómo mejorar y proteger la reputación del remitente
Camila y su equipo estratégico invirtieron varios días diseñando su nueva campaña de Email Marketing. Analizaron patrones de comportamiento, segmentaron a sus suscriptores y crearon contenidos hiperpersonalizados.
Todo parecía ir sin problemas hasta que los envíos terminaron en carpetas de correo no deseado. ¿Qué ocurrió?
Ahí es donde comienza la complejidad.
Lo hemos visto en otras oportunidades, ser calificado como spam o tener cualquier problema que afecte la capacidad de entrega de tus correos electrónicos, son fenómenos multifactoriales. Pero la reputación de tu remitente podría ser la causa principal o una de ellas.
¿La buena noticia?
Puedes adoptar una serie de medidas para eliminar este factor de la ecuación e incrementar tus posibilidades de éxito.
Pero antes de centrarnos en cómo mejorar y proteger la reputación del remitente, profundicemos en el concepto.
¿Qué es la reputación del remitente?
La reputación del remitente tiene dos componentes: la reputación de la IP y la reputación del dominio desde el que envías tu correo electrónico.
¿A qué se refieren ambos conceptos? Desarrollémoslo por separado.
1. Reputación de la IP
Es una medida que utilizan los proveedores de servicios de Internet (ISP) para determinar si tu dirección IP es fiable o no. De ese modo, definen si los correos electrónicos deben enviarse a las bandejas de entrada, rechazarse o ser destinados a la carpeta de spam.
Existen dos tipos de direcciones IP:
- IP compartida: es la dirección que utilizan varios remitentes. Esto implica que las acciones de uno pueden afectar la capacidad de entrega del correo electrónico y la reputación de otro.
- IP dedicada: corresponde a la dirección que emplea un solo remitente. Es decir, tus mensajes se envían desde una IP única y exclusiva, lo que te entrega el control total sobre la reputación del remitente de tu correo electrónico.
2. Reputación del dominio
Es una puntuación entre 0 y 100 que usan los ISP para determinar si la dirección de dominio del remitente es confiable. Cuanto más alto sea el puntaje, mayor será la probabilidad de entrega de tu correo electrónico.
Entre los factores que pueden influir en esta reputación se encuentran:
- El historial o los patrones de envío.
- Las tasas de quejas de spam.
- Las listas negras o de bloqueo.
- Las tasas de rebote.
- Las cancelaciones de suscripción.
- Las bajas tasas de participación.
Hecha la diferencia, vamos a las medidas para mejorar y proteger la reputación del remitente. Es decir, para atender la reputación de la IP y del dominio.
Actúa de manera proactiva
Parte del éxito en Email Marketing depende de la capacidad para identificar los riesgos y adelantarse a ellos. De ese modo, es posible tomar todos los resguardos necesarios para anularlos o disminuirlos lo máximo posible.
¡Veamos!
1. Controla la calidad de tus listas de suscriptores
La compra de listas no debiera ser una opción válida entre tus estrategias. Sí, ¡somos insistentes en esto! Pero sucede que ello puede generar rebotes, quejas de spam, bajas tasas de apertura y una serie de otros factores que realmente podrían arruinar tu reputación.
En consecuencia, aunque sea el camino más largo, tus listas tienen que crecer de modo orgánico. Esto significa que los usuarios deben autorizar su incorporación a ellas.
En nuestro blog puedes encontrar varios consejos para conseguir este objetivo.
Por ejemplo,
- 4 estrategias poderosas para crear una lista calificada.
- Enriquecimiento de datos: cómo y por qué deberías aplicarlo para tu lista de contactos.
Pero considerando que poseer un abultado registro de suscriptores orgánicos, no siempre es sinónimo de éxito, también es importante mantener tu lista higienizada eliminando datos duplicados, direcciones de email no deseado, contactos que se dieron de baja o correos que reportan rebotes.
Por cierto, si tienes tu lista en Fidelizador nuestra plataforma elimina los desuscritos y rebotados de forma automática. Además, para los rebotes del tipo blando, el contacto se descarta desde el séptimo, y para los del tipo duro, basta con un rebote para ser excluido de los próximos envíos.
2. Calienta tus direcciones
Este es un dato muy importante para mejorar y proteger la reputación del remitente, sobre todo cuando no existe un historial de envíos.
Ello, porque al no haber una reputación que examinar, los proveedores de servicios de Internet tratan los nuevos dominios e IP con mayor precaución. Por ejemplo, las alzas repentinas en el envío de volúmenes superiores a 100 mil emails mensuales seguramente alertarán a los ISP si estás utilizando una IP dedicada.
Por eso, es necesario despachar pequeñas cantidades de correos electrónicos y aumentar ese número gradualmente.
3. Implementa protocolos de autenticación
Estos protocolos prueban que el remitente es legítimo. Ayudan a luchar contra el spam, el fraude y el phishing por correo electrónico.
Ahí destacan el Sender Policy Framework (SPF) y el DomainKeys Identified Mail (DKIM). ¿De qué trata cada uno?
- SPF: registro de protección para evitar la falsificación de direcciones electrónicas.
- DKIM: estándar de autenticación para validar la identidad del nombre de dominio.
Esta clase de protocolos son recomendados para proteger tanto la reputación de la IP como la del dominio.
4. Configura suscripciones doble opt-in
Las empresas necesitan prestar más atención al modo en que se generan las suscripciones. Por ejemplo, algunos usuarios solo desean descargar un ebook y pueden escribir una dirección inexistente u otra que no les pertenece.
Por cierto, hay recursos relacionados con el diseño y la programación de sitios web para ofrecer soluciones en esa materia. Pero la suscripción doble es bastante útil para confirmar la decisión de registro de los contactos y disminuir las posibilidades de sumar direcciones falsas a tu database.
Tu Email Marketing requiere un soporte sólido
¿De qué sirve destinar recursos para el diseño de campañas memorables si al final son calificadas como correo no deseado? Claro, puedes tener la suerte de que tu usuario revise esa carpeta e informe que tu email no es spam, pero eso es una excepción.
Los equipos estratégicos deben tener una mirada más holística para aumentar las tasas de éxito del Email Marketing. Y en esa ecuación las medidas para mejorar y proteger la reputación del remitente no pueden estar ausentes.
¿Las estás poniendo en práctica?
En Fidelizador hemos realizado distintas acciones para ayudarte a mantener bajo control tu reputación. Empezando por el requisito de cargar listas de contactos propias. ¡Nuestro objetivo es que tú y tus clientes tengan una excelente experiencia!